jueves, 17 de junio de 2010

¿Cómo mejorar nuestras relaciones interpersonales y obtener una mejor calidad de vida?

La convivencia humana necesita del aprendizaje de destrezas que están basadas en el respeto, la tolerancia mutua en tanto a las diferencias.

Nuestras acciones hablan apabullantemente más alto que nuestras palabras

Hemos de aprender a comunicarnos de manera clara y directa, sin que esto sea tomado como un acto agresivo, a esforzarnos por nuestros anhelos y deseos, sin que esto implique destrozar a nuestros compañeros, vecinos, amigos, familiares; además se requiere aprender a negociar de manera transparente y honesta. En este contexto la calidad de vida significa crear vínculos positivos con otras personas.

¿Cómo lograr un clima social adecuado?

Unas relaciones de alta calidad entre compañeros de trabajo, familiares, amigos y vecinos nos ayuda en nuestro diario vivir a enfrentar la cotidianidad sintiéndonos acompañados, queridos y saber que contamos con personas a las cuales podemos decir y expresar con confianza nuestras inquietudes, que nos escuchan y respetan.

Para ello es indispensable cumplir el siguiente mandamiento: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” Si logramos poner en práctica este mandamiento, habríamos logrado elevar nuestra calidad de vida al mil por ciento o más.

El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres. El amor es como una luz, un faro que resplandece los valores de las personas y nos permite verlas, comprenderlas y apreciarlas mejor.

El odio es al revés, se caracteriza por ser un sentimiento negativo, que se encuentra cargado de una profunda antipatía, aversión, disgusto, enemistad o repulsión hacia una o varias personas, cosas, situaciones o fenómenos, es como una sombra que proyectamos sobre las personas que las opaca y nos ciega, de modo que nos impide conocerlas y apreciar sus valores.

Se que resulta más fácil hablar acerca de cómo tratar a la gente que realmente hacerlo. Pero tal vez, en este momento, estas meditando y reflexionando:

  • ¿Cómo podría optimizar las relaciones con todas las personas o grupos de interés con que interactúo?
  • ¿Qué podría hacer para evitar o remover las dificultades, los obstáculos que impiden una sana convivencia?

Y en tu interior, quizás pienses que la clave para tener unas buenas relaciones humanas es sentir un genuino interés, simpatía, amor por los otros y tener voluntad de concordar. ¡Muy bien!, eso es una buena idea.

Las investigaciones en el campo de las relaciones interpersonales indican que para cultivar el arte de estimar y amar a los demás es necesario desarrollar:

  • la empatía: la cual es una destreza básica de la comunicación interpersonal, ella permite un entendimiento sólido entre dos o más personas, en consecuencia, la empatía es fundamental para comprender en profundidad el mensaje del otro y así establecer un dialogo.
    La empatía resulta imprescindible para interpretar adecuadamente las necesidades de los demás, es ponernos en el punto de vista de los otros, lo que nos posibilita que seamos capaces de entender sus sentimientos, su forma de pensar y actuar. Mientras no veamos al mundo como lo ve el otro, no podemos comprenderlo.
    El proceder con empatía no significa estar de acuerdo con el otro. No implica dejar de lado las propias convicciones y asumir como propias la del otro. Es más, se puede estar en completo desacuerdo con alguien, sin por ello dejar de ser empáticos y respetar su posición, aceptando como legítimas sus propias motivaciones.
  • el trato humano positivo (Satisfacer las necesidades fundamentales: ser aceptado, reconocido, estimado). Todos tenemos algunos aspectos positivos y si valoramos y apreciamos los del prójimo y se lo manifestamos, mejoramos las relaciones interpersonales y contribuimos al desarrollo de las personas. Para ello es imprescindible cambiar la actitud y el hábito de censurar, criticar, reprochar a las personas, señalándoles sus errores, deficiencias, fallas. Aunque a veces se hacen con buenas intenciones, sin embargo lo que se logra es contribuir al empeoramiento o deterioro de las relaciones humanas.

Para concluir les dejo este pensamiento:


“Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”.

Martin Luther King (1929-1968) Religioso estadounidense

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